FEBRERO.

Me contaron, que en algunos sitios de Asia,para capturar ciertas variedades de monos, utilizan una trampa muy curiosa,  una caja de madera atada a un árbol, tiene un orificio circular que permite que la mano del mono pueda penetrar en el interior. Dentro se pone un alimento irresistible para el mono...y al cabo del tiempo aparece un mono, que primero explora la caja e introduce su mano por el orificio, agarra el manjar y con el puño cerrado para que no se le escape,  intenta sacar la mano y su premio, pero al aferrarse a la comida, no puede sacarla. En este momento salen de su escondite los cazadores y con facilidad atrapan al monito.
Nosotros somos un poco parecidos al pobre mono, creamos una identidad, una personalidad y nos aferramos a ella, no queremos soltarla y cuando la vida nos dice que si queremos mantener nuestra libertad real hemos de soltar esa identidad, cambiar, transformarnos, no lo hacemos.

No te resistas, el cambio es una constante en nuestras vidas... Un gusano no se resistirá a convertirse en mariposa. VOLAR es una posibilidad...para el pequeño gusano y también para nosotros.