Mientras los días son cada vez más agitados en un mundo
cada vez más ajetreado, aquí tienes un ejercicio breve, práctico y
fortalecedor que puedes integrar en tu vida diaria. En intervalos
regulares a lo largo del día, detén lo que estés haciendo (si puedes
hacerlo en aquel momento) y aparta tu atención de todo lo que hay a tu
alrededor. Algunas personas habituadas a la práctica de la meditación
realizan el control del tráfico de los pensamientos manteniendo 3
minutos de silencio según el horario siguiente: 10:30, 12:30, 17:30,
19:30 y justo antes de acostarse. Otras personas prefieren detenerse
durante un minuto cada hora en punto.
Cuando lo hagas, centra la atención en ti mismo. Tomarás conciencia
del denso tráfico de los pensamientos que hay en tu mente. Cuando
empieces a observar tus pensamientos, comenzarán a ralentizarse de
manera natural. Entonces, recuerda quién eres: un alma llena de paz que
es dueña de la mente y el cuerpo. Si dedicas tres minutos a practicar
este ejercicio con regularidad, recobrarás la capacidad de
concentración, el enfoque y la energía y podrás aplicarlas a lo que
estabas haciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario